La lactancia materna no solo establece un vínculo especial entre madre e hijo, sino que también implica la responsabilidad de garantizar la salud y el bienestar de ambos. A lo largo de este proceso, es común que surjan preguntas sobre la influencia de la dieta materna en la calidad de la leche y el bienestar del bebé. Y sobre todo, qué alimentos se consideran «prohibidos» por poder perjudicar de alguna manera al recién nacido.
Desde la Clínica de la Dra. Jéssica Ruiz respondemos todas vuestras dudas.
Índice
Importancia de una dieta saludable durante la lactancia
Una dieta equilibrada proporciona los elementos necesarios para la producción de leche materna, asegurando su calidad y beneficios nutricionales.
La madre lactante debe prestar especial atención a la ingesta de calorías, ya que la producción de leche requiere energía adicional. Mantener una dieta variada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros es esencial. Además, la hidratación adecuada es crucial, ya que contribuye tanto a la producción de leche como a la salud general de la madre.
Una dieta saludable no solo beneficia al bebé a través de la leche materna, sino que también ayuda a la madre a recuperarse después del parto. Los nutrientes adecuados favorecen la energía, la fortaleza física y emocional, contribuyendo al bienestar global de ambos.
Calorías recomendadas para dar el pecho
Durante el periodo de lactancia, se produce un aumento del gasto energético materno, vinculado a la producción de leche y las responsabilidades de cuidado, que puede generar fatiga, alteraciones en el sueño y un mayor apetito.
Se aconseja que la madre se alimente según su apetito, considerando pautas nutricionales clave: una dieta saludable, variada y equilibrada, abarcando todos los grupos alimenticios. La ingesta calórica recomendada para una madre lactante es aproximadamente 2.700 Kcal (en comparación con las 2.200 Kcal en mujeres no lactantes).
Además, es crucial mantener una hidratación adecuada, con un consumo de al menos dos litros y medio de agua diarios para asegurar un estado óptimo de hidratación. Estas prácticas nutricionales no solo respaldan la producción de leche de calidad, sino que también sustentan la salud y vitalidad de la madre durante esta etapa.
¿Puedes realizar dietas para adelgazar durante la lactancia?
Si bien es natural que muchas madres deseen recuperar su peso previo al embarazo, es crucial abordar esto de manera equilibrada para no comprometer la salud de la madre ni afectar la calidad de la leche materna.
La pérdida de peso rápida puede reducir la producción de leche y afectar la cantidad de nutrientes que el bebé recibe. En lugar de centrarse en dietas restrictivas, se recomienda adoptar hábitos alimenticios saludables y sostenibles. Consumir una variedad de alimentos nutritivos, controlar las porciones y realizar actividad física moderada pueden ayudar a alcanzar objetivos de peso de manera segura.
Antes de realizar cambios significativos en la dieta o el ejercicio, es aconsejable consultar con un profesional de la salud, como un médico o un nutricionista, para asegurarse de que las decisiones tomadas sean seguras y apropiadas durante la lactancia. La prioridad siempre debe ser la salud tanto de la madre como del bebé.
Alimentos prohibidos durante la lactancia
Algunos alimentos pueden afectar la calidad de la leche materna o causar molestias al bebé. Conocer y evitar estos alimentos prohibidos contribuye a mantener la salud y el bienestar tanto de la madre como del niño durante el período de lactancia.
Suplementación con micronutrientes en periodo de lactancia
La suplementación debe ser personalizada, considerando la dieta de la madre, sus necesidades específicas, la salud del bebé y siempre supervisada por un profesional de la nutrición.
En general, a las madres que están dando el pecho se les suele suplementar los siguientes micronutrientes:
- Ácido fólico y hierro: Estos nutrientes son cruciales para la madre lactante, ayudando en la recuperación postparto y evitando la anemia, que puede afectar la producción de leche.
- Vitamina D: Esencial para el desarrollo óseo del bebé. La exposición al sol y suplementos pueden ser necesarios, especialmente si la madre tiene deficiencia.
- Calcio: Importante para la salud ósea tanto de la madre como del bebé. Si la ingesta dietética es insuficiente, se puede requerir suplementación.
- Yodo: Fundamental para el desarrollo del sistema nervioso del bebé. La suplementación puede ser necesaria, especialmente en áreas con deficiencia de yodo.
- Omega-3: Contribuye al desarrollo cerebral del bebé. Se puede obtener de pescados grasos o suplementos, pero es crucial asegurar su pureza y seguridad.
Si tienes alguna duda sobre la nutrición durante esta etapa, los alimentos prohibidos en la lactancia o la suplementación con micronutrientes, contacta con nosotros.
En la Clínica de la Doctora Jessica Ruiz, en La Laguna (Tenerife), encontrarás la supervisión médica imprescindible para llevar a cabo una dieta basada en la micronutrición adecuada a tus necesidades y objetivos de manera individualizada.