La dieta evita toda clase de alimentos proinflamatorios, que principalmente son aquellos con grasas saturadas y alimentos que presentan grandes cantidades de sal y azúcares. Algunos ejemplos:
- Aceites refinados.
- Bollería industrial.
- Alimentos procesados.
- Bebidas azucaradas y alcohol.
- Azúcar y derivados.
- No abusar de Carnes rojas.